ELIGIENDO PIEDRAS PARA MIS PROXIMOS MANDALAS

En esta serie de mis obras estoy incorporando a mis mandalas piedras. La busqueda interna me lleva a relacionarme con diferntes materiales que mezclados con las piedras crean texturas distintas.
COMO CURA EL ARTE

El arte cura y trabaja en tres campos de nuestro ser, cuerpo, mente y espíritu. En lo que respecta a la parte espiritual, se libera el poder interior y se alcanzan imágenes, de espíritus y ayudantes. El encuentro con el arte, además, favorece la percepción de Dios.

Cuando se pregunta a los artistas, acerca de la curación, hablan de luz, de oscuridad, de lugares del mundo interior donde ven las visiones que pintan.

Muy dentro de nosotros hay profundos espacios, loas regiones más lejanas del alma. Al viajar, hacia dentro, podemos vislumbrar mundos, sentirlos, vivir en ellos. Y sólo con el arte podemos traer de vuelta, con nosotros, las huellas llenas de recuerdos, traer su espíritu

Cuando decimos arte, nos referimos a todo arte, la pintura, la escultura, la narración de historias, la poesía, la música, la danza, el arte escénico. El arte es la voz de la fuerza vital, de la expansión, del amor que hay dentro de nosotros. Es la conexión, el puente verdadero, la fuente de todo poder.

El arte es la voz del espíritu. Y cuando el espíritu se libera, cuando se ve el espíritu, se lo oye, se libera el sanador interior.

Al hablar de cura, al experimentar la curación, lo que se siente es energía. Cuando hablamos de una resonancia del cuerpo, la mente y el espíritu, nos referimos a la liberación de energía, a un zumbido. Tal vez la metáfora más simple para expresar el modo en que el arte cura, sea decir que hace fluir nuestra energía curativa.

ARTE Y SANACION

El espíritu, la mente y el cuerpo son uno, y una imagen artística que proviene del espíritu es vista por la mente y afecta el cuerpo. Desde esa visión nos auto curamos con el arte.
Cuando experimentamos el arte, los mecanismos de auto curación de nuestros cuerpos son activados para que logren su máxima actividad. El proceso de hacer arte cambia profundamente el estado espiritual y de esa manera ayuda, por ejemplo, al sistema inmunológico a combatir las células cancerosas. Al realizar arte, el sistema inmunológico se libera y se potencia su funcionamiento. Cambia la actitud, mejora la calidad de vida y las posibilidades de vencer la enfermedad.

En primer lugar, la parte derecha del cerebro, el hogar de las imágenes, envía mensajes a las zonas inferiores del cerebro que se conectan con el hipotálamo. Las imágenes artísticas, el movimiento de la música y el baile se alojan inicialmente en zonas que son responsables del pensamiento y de iniciar el movimiento muscular. Las descargas de las neuronas provienen tanto de la realización del arte o el movimiento, como del recuerdo del arte o de movimiento. La manera en que la genta sienta esto es que los pensamientos, las ideas o una imagen artística o la realización de un movimiento llegan de la imaginación de la memoria.

Dado que el arte, la música y el baile son tan antiguos e implican tantas vías sensoras y motoras, tanto la imaginación como la memoria del arte, la música y el movimiento parecen completamente reales e intensas al ponerse en contacto con ellas.

Como funciona el proceso fisiológico? Las imágenes activadas en el lado derecho de cerebro activan el hipotálamo. El hipotálamo activa el sistema autónomo y como resultado se produce el despertar o la relajación de un sistema de doble equilibrio que impacta sobre todo el cuerpo, implicando prácticamente a todas las células. El sistema nervios autónomo es un sistema curativo que equilibra y mantiene el flujo sanquíneo, el pulso cardíaco, el ritmo respiratorio y el nivel hormonal necesario para cualquier actividad que estemos realizando. Se creía que el sistema funcionaba solo, pero ahora se sabe que está profundamente influido por los pensamientos.
La estimulación de la rama parasimpática del sistema nervioso autónomo tiene como resultado la relajación, la curación, la reparación corporal y el mantenimiento preventivo.

MANDALA Y LA MANIFESTACION DEL SELF


El mandala es tanto la representación del universo como la del self. Es un lugar sagrado en el interior de uno mismo. Al "entrar" en el mandala y "caminar" hacia su centro el ser humano es guiado a través de los procesos de desintegración y reintegración.
Representa un camino hacia ese centro en nuestro interior, que Jung llamó self. Cada mandala que una persona dibuja representa una de las infinitas manifestaciones del self, y el mandala es, en palabras de este autor, "un refugio seguro para la reconciliación interna y plenitud".

EL MANDALA EN LA NATURALEZA


El mandala o las representaciones cíclicas en círculo es algo que podemos ver por todas partes, tanto en la naturaleza como en el arte de diferentes países y culturas. Los mandalas de arena construidos por los monjes tibetanos, los de los indios navajos o las ruedas solares paleolíticas son un ejemplo de ellos. Representan patrones que encontramos en biología, geología, química, física y astronomía. De hecho, cada célula que compone a los seres vivos es un círculo con un núcleo, y cada átomo que compone el universo es también un mandala. No es extraño, por tanto, que estos dibujos circulares y cíclicos ejerzan tanta fascinación en el ser humano.

BENEFICIOS DE DIBUJAR MANDALAS


1) Comienzo de un trabajo de meditación activa.
2) Contacto con tu esencia.
3) Te expresarás mejor con el mundo exterior.
4) Ayuda a expandir tu conciencia.
5) Desarrollo de la paciencia.
6) Despertar de los sentidos. Es probable que comiences a ver lo que está a tu alrededor con otros ojos.
7) Empiezas a escuchar la voz de tu intuición.
8) Te aceptarás y te querrás más.
9) Te curarás física y psíquicamente.

FORMAS Y SU SIGNIFICADO

Los mandalas no son simples dibujos de colores. Todos los elementos que en ellos se integran tienen un significado. Conoce algunos de los más utilizados:

Círculo: movimiento. Lo absoluto. El verdadero yo.

Corazón: sol. Amor. Felicidad. Alegría. Sentimiento de unión.

Cruz: unión del cielo y la tierra. Vida y muerte. Lo consciente y lo inconsciente.

Cuadrado: procesos de la naturaleza. Estabilidad. Equilibrio.

Estrella: símbolo de lo espiritual. Libertad. Elevación.

Espiral: vitalidad. Energías curativas. Búsqueda constante de la totalidad.

Hexágono: unión de los contrarios
.
Laberinto: implica la búsqueda del propio centro.

Mariposa: autorenovación del alma. Transformación y muerte.

Pentágono: silueta del cuerpo humano. Tierra, agua, fuego.

Rectángulo: estabilidad. Rendimiento del intelecto. La vida terrenal.

Triángulo: agua, inconsciente (hacia abajo); vitalidad, transformación (hacia arriba); agresión hacia uno mismo (hacia el centro)

¿QUE DICEN LOS COLORES?

El uso de los colores en los mandalas también tiene un significado especial. Su uso está relacionado con el estado de ánimo de quien los pinta o dibuja. Descubre lo que esconde cada tonalidad:

Blanco: nada, pureza, iluminación, perfección.

Negro: muerte, limitación personal, misterio, renacimiento, ignorancia.

Gris: neutralidad, sabiduría, renovación.

Rojo: masculino, sensualidad, amor, arraigamiento, pasión.

Azul: tranquilidad, paz, felicidad, satisfacción, alegría.

Amarillo: sol, luz, jovialidad, simpatía, receptividad.

Naranja: energía, dinamismo, ambición, ternura, valor.

Rosa: aspectos femeninos e infantiles, dulzura, altruismo.

Morado: amor al prójimo, idealismo y sabiduría.

Verde: naturaleza, equilibrio, crecimiento, esperanza.

Violeta: música, magia, espiritualidad, transformación, inspiración.

Oro: sabiduría, claridad, lucidez, vitalidad.

Plata: capacidades extrasensoriales, emociones fluctuantes, bienestar.

COMO PINTAR MANDALAS




Busca un lugar tranquilo,con música suave de fondo, dibuja y pinta el mandala, observa detenidamente que surge, concéntrate en el, si después de observarlo por un largo rato notas que se mueve ¡es la energía que está fluyendo!.
Pintalo como te guste si lo haces desde afuera hacia dentro, esto nos representa el autoconocimiento de lo externo hacia nuestro centro, hacia nuestro interior.
Decide la dirección que vas a pintarlo y trata de mantenerla.
Elige los colores de manera intuitiva ¡no importa que no combinen! de esta manera podrá descifrar tu estado de ánimo. También podrás hacerlo eligiendo los colores y trata de cambiar tu estado de ánimo de ésta manera.
Tal vez te tranquilices en el proceso si estabas tenso, el mandala está cumpliendo con la relajación, es normal.
Dibujar y pintar mandalas equilibra las capas mas internas y los niveles mas sutiles del nuestro ser y el entorno, a veces sin advertirlo.
Trata de terminar el mandala en momento queinternamente lo sientas,ponle un nombre que venga a tu mente y dejalo así. La próxima vez que quieras pintar, realiza uno nuevo, con colores que vayan más acorde con tu estado de ánimo en ese momento.

Si quieres que el mandala te guíe para el auto-conocimiento, no pienses en formas ni colores, deja que solo te vaya guiando, haciendo lo que en ese momento te nazca de manera intuitiva.

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EL MANDALA EN ORIENTE Y OCCIDENTE

La definición literal de la palabra sánscrita mandala es círculo, en Tíbet también se traduce por centro o lo que rodea. Se trata de dibujos que pueden ser realizados tanto en papel o tela, como con arena de colores. En algunas ocasiones también se realizan volumétricamente (con bronce o arcilla). Se utilizan en complejos rituales de diferentes culturas y regiones orientales, en el hinduismo, el tantrismo, el budismo, el lamaísmo tibetano, etc. Su principal objetivo es fomentar la concentración de la energía en un solo punto durante la meditación.
El mandala funciona como símbolo, recoge en una imagen más o menos compleja un gran conocimiento que puede ser descifrado por el shadaka(discípulo).
Los mandalas tradicionales, los grandes mandalas de la tradición hindú, suelen ser imágenes enormemente complejas, que incluyen letras sánscritas formando mantrams y dibujos de devatas (deidades) que se quieran asimilar. A veces parecen laberintos auténticos. El denominador común es el círculo (unos o varios) que rodea un núcleo interno, además puede ir acompañado de otras figuras geométricas como el cuadrado o el triángulo.
Según Mircea Eliade, el mandala es "a la vez una imagen del Universo y una teofanía".
"El anillo externo del mandala consiste en una "barrera de fuego", que por una parte prohibe el acceso a los que no son iniciados, pero por otra, simboliza el conocimiento metafísico que "quema la ignorancia". Enseguida viene un "anillo de diamante"; ahora bien, el diamante es el símbolo de una conciencia suprema, la boddhi, la iluminación. Inmediatamente dentro del anillo de diamante está inscrito un círculo alrededor del cual están representados ocho cementerios, que simbolizan los ocho aspectos de la conciencia desintegrada; el motivo iconográfico de los cementerios se observa sobre todo en los mandala dedicados a las deidades aterradoras. Sigue después el anillo de hojas, que simboliza el renacimiento espiritual. En el centro de este último círculo se encuentra el mandala propiamente dicho, también llamado palacio (vimana), es decir, el lugar en que se disponen las imágenes de los dioses."
El Yantra es una clase de mandala empleada por el tantrismo y cuyas imágenes son exclusivamente geométricas (el círculo representa la unidad, un punto, el todo, el cuadrado, lo terrestre y material, el triángulo, principios masculino y femenino); ya no utilizan a las deidades en su forma completa sino sólo representan su esencia. Por ejemplo, para representar a la diosa madre (la Shakti) se utiliza un triángulo rojo con la punta hacia abajo, es el símbolo de su femineidad; más aún, simboliza una parte de la diosa (la vulva) que es su esencia, el principio femenino. Shiva, que es su pareja, se representa con un triángulo blanco con la punta hacia arriba. Cuando se representa su unión el resultado es una estrella de seis puntas (como la estrella de David). Estas imágenes triangulares se ven habitualmente rodeadas por el círculo que las sacraliza y realza.

Hasta aquí lo concerniente al mandala desde un punto de vista clásico, si es que puede utilizarse la palabra en este caso. Después, personas pertenecientes a culturas que no son la hindú o la tibetana han observado desde fuera el concepto que acabamos de describir y sobre todo las imágenes, y se han dado cuenta de que el mandala ha sido utilizado, con otros nombres quizás, en otras muchas culturas a lo largo de los tiempos.
En América, por ejemplo, tanto en el norte como en el sur pueden verse dibujos realizados en la tierra o sobre soportes más duraderos que a través de círculos. Otras imágenes geométricas representan la Creación y otros grandes misterios que inquietan a la humanidad desde los orígenes. Entre los indios de Norteamérica se utilizan estas imágenes para curar a los enfermos; en otras culturas como la Maya o la Azteca se hacía uso del disco solar y otras imágenes de base circular en las que se incluían otros símbolos más pequeños.
Así mismo en Europa se ha empleado el mandala en los edificios sagrados, catedrales góticas, por ejemplo, los rosetones que forman las vidrieras pueden considerarse mandalas geométricos. Anteriormente, incluso, se utilizaba la imagen del Cristo rodeado por los cuatro evangelistas (cuatro direcciones). Posteriormente, en el Renacimiento, comenzó a utilizarse la planta circular para las iglesias, incluso existe una teoría de que Roma fue proyectada con base circular y posteriormente dividida en cuatro cuadrantes por dos vías principales que se cruzaban en el centro.
En la actualidad se ha reconocido el mandala en el propio diseño de la naturaleza, se ha extendido su contemplación desde creaciones enormes (planetas, estrellas, sistemas enteros, galaxias), hasta realidades imposibles de ver a simple vista (células, átomos).
De este modo vemos que el mandala parece existir independientemente de una cultura en particular, incluso al margen de la cultura lo encontramos en el mundo natural.
 
INTERPRETACIÓN JUNGIANA DEL MANDALA

Jüng dice del mandala que señala el aspecto más vital de la vida: su completamiento definitivo. Así mismo dice que las cuatro orientaciones que aparecen en ciertos mandalas se relacionan con la necesidad humana de orientación psíquica. Relaciona esto con las cuatro funciones en que divide la conciencia humana: pensar, sentir, intuir, percibir.
En los yantra que representan la unión Shiva-Shakti, Jüng ve la unión de los opuestos, la integración, la unidad. Le interesa la tensión entre los polos, el dinamismo que esto supone, implica un proceso, la creación de algo, un llegar a ser. Asemeja esta unión al círculo mismo que para él es el completamiento de la psique o sí-mismo; también supone la iluminación o la perfección absoluta.
Jüng considera que el hombre moderno está desintegrado, separado de sí-mismo, por esto dice:
" Hoy día el símbolo geométrico del círculo ha vuelto a desempeñar un papel importante en la pintura. Pero con pocas excepciones, la modalidad tradicional de representación ha sufrido una transformación característica que se corresponde con el dilema de la existencia del hombre moderno. El círculo ya no es una figura de un solo significado que abarca todo un mundo y domina la pintura. A veces el artista lo quita de su posición dominante y lo reemplaza por un grupo de círculos negligentemente ordenados. A veces el plano del círculo es asimétrico."
"(...) El círculo es un símbolo de la psique. El cuadrado es un símbolo de materia terrenal, del cuerpo y de la realidad. En la mayoría del arte moderno, la conexión entre esas dos formas primarias es inexistente o libre y casual. Su superación es otra expresión simbólica del estado psíquico del hombre del siglo XX: su alma ha perdido las raíces y él está amenazado por la disociación. (...) Pero la frecuencia con que aparecen el cuadrado y el círculo no debe desdeñarse. (...) esas formas aparecen, a veces, como si fuesen gérmenes de un nuevo crecimiento".
Para Jüng el mandala es una forma arquetípica, de ahí que aparezca en diferentes culturas lejanas entre sí. Al mismo tiempo considera que la comprensión del arquetipo resulta curativa, con lo cual viene a ser lo mismo que meditar largamente sobre la imagen fijando la atención en ella, tal y como proponen las culturas orientales. Al parecer los mandalas más impresionantes son los que surgen directamente de la imaginación sin que haya un pensamiento o propósito preconcebido. Se utilizan para restablecer el orden perdido con anterioridad y especialmente con un propósito creador, dar a la luz algo nuevo que no existía antes; ambos propósitos se complementa.